La indecencia nuestra de cada día

20090406elpepivin_1*Publicado en Rioja2.com

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo… Y ahí debió producirse un cortocircuito místico porque quien ocupa las alturas espirituales no nos dio el pan de la oración y en su lugar parece que dispuso la indecencia que lo preside casi todo. Y eso a pesar de la bienaventuranza de quienes tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados. Pobre Señor. Encima que ni está presente, le echamos la culpa.

Será defecto de marca española al estilo 14N en Logroño cuando a dos de los encausados se les acusa de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad. Uno se encontraba desplazándose a su centro de trabajo situado a 50 kilómetros de la ciudad tras el fin de la jornada de huelga. El otro, con su peligrosa pancarta en la mano y previos empujones y arrastres por el suelo policiales, estaba ya detenido cuando se produjeron los altercados. Para ambos la Fiscalía pide varios años de cárcel. No, la culpa no es de Dios. La culpa es de quienes gobiernan y se creen dioses.

En el Olimpo de la indecencia reciente son visibles las figuras de Carlos Cuevas, secretario general del Partido Popular de La Rioja, y de Ana Elvira Martínez, gerente del mismo, declarando en la Audiencia Nacional. Más raudos que Usain Bolt se personaron en la sede judicial a las 9:15 (estaban citados a las 10:00). Es casi la misma velocidad con la que te mandan a Cuba cuando preguntas como ciudadano por esa contabilidad «abierta» para todos y sobre la supuesta financiación ilegal en la compra y las reformas de la sede. Pedro Sanz, el Zeus de la comunidad del vino, zanja el asunto afirmando que los 200.000 euros fueron una «ayuda sin más». Dialéctica divina.

Ya en el interrogatorio, tal y como relató Rioja2, Cuevas negó haberse visto en más de una ocasión con Luis Bárcenas, extesorero de los populares. El juez Ruz, por su parte, le recordó que ambos coincidieron en su época de senadores a lo que Cuevas admitió entonces que alguna vez más se habrían visto. La madre del cordero vendría cuando el segundo espada de la empresa (vestida de partido) de las gaviotas riojana reconoció que fue él mismo quien negoció los préstamos bancarios para realizar la compra de la sede cuando previamente había reconocido que no se acordaba de tales hechos. Medalla de oro a la transparencia. Es el PP o la nada.

Va a acabar resultando cierto que el Partido Popular es un demiurgo de la democracia. Ello explicaría las plagas bíblicas que inflige a la población tales como el Consejo General del Poder Judicial suspendiendo cautelarmente al juez Elpidio José Silva por prevaricación en su investigación al honorable señor Blesa, la subida del Gobierno de la cuota fija de la luz “para ayudar a las familias con hijos” o la implantación de la última reforma laboral, la de la creación de empleo estable, que ha reducido los sueldos un 10% de media y ha abaratado el despido.

En todo ese maremagno sobresale la imagen de los jugadores del Racing de Santander unidos en el campo, formando una piña entre ellos, en un abrazo fraternal de comunión con la afición que les jaleaba desde la grada. No era sólo fútbol, era una metáfora social. Sin cobrar desde hace meses y cansados de las promesas incumplidas, era la renuncia al partido de sus vidas por no ver su dignidad pisoteada. Padre, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

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