Hasta la victoria siempre

a253462efb7eee184760501b5195d10d*Publicado en Rioja2.com

Desde por la mañana se percibía el aroma de las citas importantes. La fiesta de la democracia hacía su segunda aparición del año en forma de municipales y autonómicas. El fantasma de las mayorías absolutas recorría Logroño y La Rioja, pero esta vez la pesadilla acabó en la cocina de quienes parecían inexpugnables. Se necesitaba “un nuevo impulso” diferente del que Florentino Pérez acabó usando para despachar con un portazo a Carlo Ancelotti y vaya que si lo hubo. De un bipartidismo preponderante se tornó el pasado domingo a unas instituciones multicolor. Es momento de llamadas, conversaciones y alianzas, algo que parecía impensable por los rodillos populares aplicados a conciencia durante la última legislatura.

A pesar de que fue el que más diputados y concejales obtuvo, el PP fue el gran derrotado en Logroño y La Rioja aunque las caras de sonrisa de las portadas de los periódicos del día siguiente indujeran a pensar lo contrario. Esas dentaduras escondían el miedo por el cual licitaron de nuevo la contratación de los servicios de la Smart City a dos días de las elecciones y la tensión que se mascullaba al perder el colchón de la placidez de la mayoría en solitario. Sería de inconscientes obviar su estructura de poder y sus redes clientelares tejidas, pero aún así son aún muchas miles de papeletas con gaviotas en las urnas. Todos esos apoyos no fueron suficientes y tendrán que buscar un socio en el terreno autonómico después de veinte años así como en el municipal. Actualmente tiene que haber unos movimientos en Duquesa de la Victoria que se quedan cortos al lado de Frank Underwood. Hagan juego, señores.

Excesivo triunfalismo se vivió en Martínez Zaporta para haber quedado en el segundo cajón cediendo tres concejales y un diputado. Quizás esperaban una sangría mayor. Sin duda, el órdago lanzado por Susana Díaz en marzo (aún pendiente de resolución) ha supuesto un balón de oxígeno para el PSOE. Dos vías tiene su dirección: o saber de qué van realmente la S y la O de sus siglas o seguir como en el conjunto de los últimos años. Para empezar, dejando aparte la prudencia y la efectividad de sus cálculos, mal planteamiento tienen de base cuando sin haber dialogado con el resto de fuerzas ya una candidata se ve como presidenta y otra dice estar dispuesta a liderar el cambio.

Qué difícil resulta escribir cuando uno es periodista y parte. Cambia Logroño ha de valorar su entrada con fuerza en el Ayuntamiento como algo positivo, pero se perderán si se creen que con eso basta. El cambio no llega con obtener un 15% en las elecciones. Es turno para demostrar la valía en el Ayuntamiento con unas formas y fondo que se les presuponen diferentes, para seguir permaneciendo en la calle porque es un espacio de batalla fundamental y de ser ambiciosos porque aún siguen ganando los mismos. La otra cara de la moneda se dio en el campo autonómico donde no obtuvieron representación en el Parlamento al no producirse la misma correlación, lo cual se dio prácticamente en el conjunto del Estado. Uno de los ingredientes de dicha coalición ciudadana unitaria, Izquierda Unida, tendrá que analizar y replantear su estrategia de reconfiguración de cara a los posibles procesos de transformación futuros. El camino lo enseñan Madrid, Barcelona o A Coruña.

Nadie contemplaría hace un año lo que ha ocurrido tanto con UpyD como con el PR. De ser la tercera fuerza más votada en las elecciones europeas en La Rioja, la formación magenta ha pasado prácticamente a la cola por el daño de sus procesos internos a nivel nacional y la irrupción mediática del color naranja. Qué cosas tiene la política que cuando quien realizó la labor verdadera labor de oposición en el Parlamento, con menos efectivos que el otro partido presente, se ve ahora fuera del mismo. Al menos en compensación sí entran al Ayuntamiento.

Su testigo lo toman los nuevos Ciudadanos y Podemos, que recala cada uno con cuatro escaños en el Parlamento. A pesar de no haberse mojado prácticamente en propuestas municipales y autonómicas (prueba de ello es su propaganda electoral hablando de generalidades) y de contar, bajo ese caparazón de sensatez, con ideas tan execrables como la negación de la sanidad universal a las personas migrantes en situación irregular, han sabido explotar a la perfección la imagen de un Albert Rivera que es un filón comunicativo. A partir de ahora tendrán que mostrar de qué cariz están hechos.

El otro partido basado en hiperliderazgos y también carente de propuestas en el terreno más concreto es el partido de otro portento ante los micrófonos como es Pablo Iglesias. Sus buenas intenciones y la ilusión que han despertado han contrastado en La Rioja con sus disputas internas. Tal y como apunta el siempre certero Isaac Rosa, sí se puede pero solos no Podemos. La unidad popular es algo que no se puede construir en torno a un único partido. Ni siquiera en la circunscripción del ámbito electoral. Es el tiempo de la audacia y de las sumas que multiplican en la calle y las instituciones. Noviembre otea ya en el horizonte.

Con la presente columna y ante la perspectiva de un futuro de esperanza donde hay tanto en disputa, me despido de Un paso al frente. Ha sido una decisión que he valorado y he tomado tras resultar electo como concejal este 24 de mayo porque, tanto por el carácter del medio como por la responsabilidad de un cargo público, no considero adecuado mantener este sitio como algo fijo. No abandono totalmente Rioja2 porque seguiré escribiendo, eso sí, alguna tribuna pero ya de manera apartada y ocasional.

Ha sido un placer intercambiar palabras e impresiones desde diciembre de 2013; un lujo, más allá de coincidencias o diferencias, compartir espacio con personas como Carlos Eguizábal, Pablo Urbiola o Sergio Andrés Cabello y un honor conocer a personas como Olivia, Laura o Alfonso (así como a Manu), que si algo han demostrado desde que llevan en la brecha es PERIODISMO en mayúsculas, valentía y dignidad. La amistad trasciende de lo profesional, pero ahora tienen la responsabilidad de preguntar y de criticar cuando nos lo merezcamos y nosotros y nosotras el deber de responder y aceptar los errores para enmendarlos porque de eso tratan el periodismo y la política. Está en juego el orden social y el desafío es entre democratización de la información y proceso constituyente o concentración de poder y neoliberalismo. Sea en el periodismo o en la política, hasta la victoria siempre.