El significado de ganar

índice*Publicado en Diario La Rioja

Son tiempos singulares. Tanto que da hasta para jugar una partida en la tablet a la par que se preside el Congreso de los Diputados. Ese mismo carácter especial invade a los partidos en pleno tablero electoral. Así, tenemos al desafortunado y ejemplar PP colándosele de nuevo otra manzana podrida (qué grande es el frutero ya) con lo de Rodrigo Rato, al siempre firme y nada cambiante en sus principios PSOE a vueltas con la prisión permanente revisable o al sensato y regenerador Ciudadanos proponiendo medidas tan ciudadanas como restringir el acceso completo a la sanidad a las personas migrantes sin papeles.

Todos ellos, junto a UPyD, PNV y CiU, adalides de las banderas y la transparencia, rechazan de una u otra manera someter a referéndum el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión entre Europa y Estados Unidos (TTIP). Resulta cuanto menos llamativo que un acuerdo clave que se nos vende de manera tan beneficiosa se esté negociando en secreto de espaldas a la ciudadanía. Quizás sea porque va a suponer el ascenso ilimitado de las multinacionales por encima de los Estados, la pérdida de miles de puestos de trabajo, la privatización sin freno de los servicios públicos así como la desprotección de las Denominaciones de Origen.

Continuando con ese hilo concreto en lo que afecta a nuestros intereses regionales y locales, las elecciones del 24M están a la vuelta de la esquina. A dicho envite se presenta en el terreno municipal Cambia Logroño, coalición ciudadana integrada por partidos políticos, gente de diferentes movimientos sociales y personas a título individual sumando en conjunto como proyecto de aglutinamiento de unidad popular por una manera diferente de concebir la política en un momento único.

Cambia Logroño no trata de superpersonas que prometan traer el maná. Tampoco de “comunistas que apoyan las detenciones y torturas”, tal y como esgrimió la eurodiputada Esther Herranz en un arrebato de pasión en una red social, cuyo comentario, que evidenciaba el miedo a la organización de la gente de abajo, luego eliminó no fuera a ser que estuviera contemplado con sanción en la Ley Mordaza que su partido ha aprobado recientemente.

De lo que versa Cambia Logroño es de, al igual que sentimos orgullo por la ciudad, poder mostrar ese mismo orgullo por tener un Ayuntamiento que deje de estar en manos de los mismos pocos de siempre para pasar a ser un altavoz efectivo del latir de la calle donde imperen los criterios de la mayoría social y el sentido común.

Eso pasa por un proyecto de ciudad que se base en replantear el concepto de participación donde se realicen referéndums vinculantes para que el conjunto de la ciudadanía pueda decidir sobre los asuntos fundamentales, que ponga fin a los desahucios, que apueste por la remunicipalización de los servicios públicos (recuperando aquellos sectores cuya gestión ha sido privatizada para hacer negocio) permitiendo así la mejor atención y el combate contra la exclusión social en todas sus vertientes, que apueste por la progresividad fiscal, el trabajo y el pequeño comercio a través de un Plan de Empleo Local y que permita la creación de una Agencia Municipal de Energía que aúne la generación, comercialización y distribución energética desde las fuentes renovables y el cooperativismo.

Digan lo que digan las encuestas o las redes clientelares de poder tejidas aquí por el Partido Popular, Cambia Logroño no ha nacido para ocupar un papel subalterno sino que su vocación es la de ser fuerza mayoritaria alternativa para tener un Ayuntamiento decente porque la honestidad, las ganas y el trabajo que hemos tratado de poner en práctica durante estos últimos años sin pedir nada a cambio en las diferentes reivindicaciones sociales y en cada barrio con los vecinos y vecinas son el ADN por el que se deben regir las instituciones. Queremos ganar para que eso se traduzca en la construcción de un Logroño en común que sirva para conformar una sociedad más justa empezando por lo local.

Estamos preparados y preparadas para lo que viene, pero somos conscientes de que será imposible sólo por nuestra parte ya que el deber de implicación no corresponde únicamente a los responsables públicos sino que es tarea de toda la ciudadanía. 2015 va a ser el año de la ilusión, la unión y el cambio. Es la hora de decidir nuestro futuro. Que cada cual haga lo que considere al depositar la papeleta en la urna, pero quienes con sus prácticas o votos consienten la corrupción, la mentira y la mercantilización de lo público también son responsables. Porque más que unas elecciones, nos jugamos la dignidad. Porque Logroño va a cambiar. Porque tú lo vas a cambiar.

Balones y valores

tumblr_lyq99pbxnx1qafjowo1_500Me encanta el fútbol. Va ello por delante. Me enamoró desde que medía poco más de un metro y desde entonces lo disfruto bien siendo como espectador en un campo, en la televisión o en el propio terreno de juego siempre que mis maltrechos tobillos lo permiten. Es una de las cosas por las que siento predilección. Tiene algo que mueve y que remueve. Debe ser el encanto de la pasión, el compañerismo y su fulgor, la magia de la emoción. La vida, en definitiva, tiene una parte de fútbol (póngase aquí el nombre de la disciplina que les entusiasme) y el fútbol tiene una parte de vida. El problema crucial resulta cuando se encumbra a lo más alto en la escala personal algo que, al fin y al cabo, es deporte y, sin embargo, se ignora o se desprecia la lucha por la democracia. Panem et circenses, que se decía en la antigua Roma. Hoy ni siquiera eso. Nos estamos jugando el pan y, aunque algo nos hemos desperezado, seguimos embobados con el circo.

Por las calles se podía ver a una buena cantidad de lugareños ataviados con la camiseta  española degustando algo en compañía de familiares o amigos en una terraza para amainar la espera hasta la medianoche, hora en la que tendría lugar el encuentro. Enfrente de esas sillas y mesas callejeras, un puesto para recoger firmas para lo denominado como Plebiscito Ciudadano. La gran mayoría, con sus posaderas asentadas y sin acercarse al sitio no fuera a ser que se contagiaran de tifus. Cómo cambiaría el patio si exigiéramos lo que tenemos que exigir de la misma manera que vemos el fútbol o tomamos cañas… Vibra el móvil. “Si gana España, ¿nos vamos luego a la fuente a celebrarlo?”. Claro que te identificas y te alegras de una victoria pero, efectivamente, no puedes dejar de pensar que ese mensaje te lo suelta la misma persona que no dispone de tiempo para asistir a una asamblea, acción, protesta o huelga pero que no tiene reparo en salir a la calle a las dos de la mañana para festejar la Copa Confederaciones (Brasil se acabó alzando con el trofeo), esa persona y mucha gente como ella que está más pendiente de cómo queda la selección que de cómo quedan el país y sus condiciones.

Lo decía meses atrás pero lo rescato pues sigue plena su vigencia. Hoy se necesitan otro tipo de jugadores. Se necesitan Casillas que aguanten las embestidas y actúen con determinación ante los fieros ataques rivales encaminados a la imposición disfrazada, se necesitan Puyoles que sean capaces de erigirse como pilares hegemónicos de defensas de valores inquebrantables y que alienten al resto en caso de flaqueza de fuerzas, se necesitan Iniestas que guíen el rumbo hacia la construcción de la vida sencilla y hacia una soberanía que realmente resida en el pueblo y se necesitan Villas de mente inquieta que se muevan continuamente en la línea de ataque para convertir cada gol en un avance.

Que la algarabía no confunda. El balón busca ahora equipo para (r)evolución ética y social ante el descenso de división de nuestros derechos. Vamos perdiendo por mucho pero si el conjunto se estructura de manera efectiva y se comporta como equipo verdadero se podrá lograr la enmienda. Sólo cabe no rendirse y luchar al estilo Liverpool como en aquella final de Champions ante el Milán en el 2005. Nunca caminaremos solos, al lado están los compañeros y compañeras. Está en juego el partido más importante.