La dignidad en juego

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*Publicado en Rioja2.com

Hacía muchos años que no se veía un clásico como el último disputado en el Bernabéu. El Madrid discutiéndole al Barça el centro del campo y mimando la pelota. Planteamientos conservadores anteriores fueron por fin llevados al destierro. Fútbol contra fútbol sin guardar nada en la recámara en un partido de alto voltaje con idas y venidas. Esa explosiva atracción atrapa, seduce, cautiva. Tanto que da hasta para plantear un artículo aunque sea en otro terreno. Imaginen que Cristiano Ronaldo ha sido clonado para jugar encarnado de periodista. Quizás su torso no sea tan apolíneo como el del original pero sus tantos escritos son igual de efectivos. Sabedor de que los focos del PP y el PSOE riojanos van a estar puestos en este texto, se crece ante la adversidad. Su misión: batir cada una de sus líneas.

Primero Champions y Liga. Resulta un insulto a la inteligencia leer en un artículo a Esther Herranz alias ‘SICAV’, eurodiputada del  PP, pronunciarse a favor de las bondades del Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP) para el comercio riojano. Lo que en realidad supondrá en caso de ser aprobado dicho tratado (negociado de espaldas a la ciudadanía y negado a ser expuesto a referéndum por PP, PSOE, UPyD y CIU) es la destrucción de centenares de miles de puestos de trabajo, la privatización sin freno de los servicios públicos y el ascenso al poder ilimitado de las grandes multinacionales por encima de los Estados. En ese plantel no habrá fronteras con concertinas como las que defiende el caritativo Conrado Escobar. Primer gol de la jornada. Cristiano enseña sus garras al graderío.

Turno de la Copa de la Comunidad. El Gobierno de La Rioja ha sido condenado a indemnizar a Progea con casi 300.000 euros por ese gran proyecto para unos pocos que era la ecociudad. Gran gestión a la altura de quienes desmantelan la sanidad pública para favorecer a la privada, que sirve de puerta giratoria. Son las mismas personas que luego piden austeridad eliminando diputados para su beneficio electoral pero esta vez no hubo tamayazo alguno. Es tal la desfachatez que hasta Pedro Sanz, tras meterle el marrón públicamente a Carlos Cuevas por lo del préstamo de la sede, queda desacreditado al día siguiente con una carta bancaria contradiciendo su versión, que era más falsa que la avalancha de seguidores árabes de la cuenta de Twitter de Mariano Rajoy. Doblete. CR7 da un brinco, extiende los brazos y grita al cielo.

En el torneo de la ciudad la capitana popular, Cuca Gamarra, insiste en la idoneidad del acuerdo alcanzado para la refinanciación del soterramiento que va a hipotecar durante años a la ciudad. Todo el mundo sabe que lo mejor para la ciudadanía es tener como garantía unos terrenos y en lugar de eso sustituirlos para comprometer los presupuestos y que decenas de millones de euros de todos y todas se vayan destinados a intereses bancarios. En el PP entienden mucho de deudas, sobre todo si son para los demás. Si no, que le pregunten al número dos de la Delegación del Gobierno en La Rioja, Alberto Guillén, y al concejal Miguel Ángel Merino. Hat-trick. Cristiano se cuadra y hace la señal del comandante pero, en lugar de Blatter, se acuerda de quienes pregonan la transparencia y luego no dejan entrar en su sede para hacer periodismo. Va por ustedes.

Cambio de rival. La última ronda le toca al PSOE, que cuando quiera se puede hacer mirar lo de sus contradicciones. Está muy bien oponerse a lo anteriormente expuesto argumentando que el crédito para el soterramiento hace que la deuda por logroñés aumente en más de quinientos euros, pero eso no casa con pactar agarrado de la mano del PP la reforma de la Constitución, que es lo mismo pero a lo grande. Todos los diputados y diputadas que dieron su consentimiento para ello deberían estar juzgados por un delito de alta traición contra la patria. Con las elecciones en el punto de mira, ahora se preocupan repentinamente por fomentar la participación ciudadana en el Ayuntamiento. La pasada legislatura no les debía interesar tanto el tema cuando, junto al PP y al PR,  aprobaron la Ordenanza Cívica, que limitaba la libertad de expresión, restringía la convivencia y criminalizaba la mendicidad. ‘El Bicho’ sella la victoria y pide calma en el estadio.

El público, harto del corporativismo de siempre, clama en nombre de la decencia. El ‘pequeño Nicolás’ (manda narices cómo se criminaliza con todo tipo de calificativos a quienes intentan cambiar las cosas y lo condescendiente que se es en el lenguaje mediático con la delincuencia de guante blanco) sonríe en su palco promocionado por la FAES, ese think tank que es muy de enfundarse millones de euros en subvenciones y luego propone suprimir el salario mínimo y reducir las prestaciones por desempleo. La cara se le cambia, como al honrado Francisco Granados cuando se descubren sus cuentas en Suiza, al ver a buena parte de los asistentes enfundarse la misma camiseta del equipo de la dignidad y mirarle desafiantes. Tienen claro que el partido clave se juega el año que viene.

Lo importante no es el instrumento a adoptar sino la meta, tal y como afirma el siempre lúcido y sensato Julio Anguita. Ha de ser un órdago popular mayoritario para espetarles que hasta aquí han robado, hasta aquí han mentido y hasta aquí han estafado a la ciudadanía. Más que votantes, que también, lo que se necesitan son combatientes. Se palpa el miedo de algunos a que se les acabe el chollo como César Luena hablando de “partidos accesorios” o Pedro Sanz afirmando que “PP y PSOE tienen que volver al pacto para que movimientos extraños no rompan las columnas de la democracia”. Lo canta Ismael Serrano: “Que la tristeza si es compartida se vuelve rabia que cambia vidas”. Escucha la llamada.